En noviembre de 2025, Netflix estrenará uno de sus proyectos más ambiciosos y esperados, y lo hace junto a Guillermo del Toro, quien llevaba un buen rato esperando realizar uno de sus proyectos más soñados: la adaptación de Frankenstein de Mary Shelley.
Ahora bien. Sabemos que hay un montón de adaptaciones o referencias a la que se considera la novela gótica por excelencia. Pero esta es la primera vez que la veremos interpretada por uno de los directores más icónicos que, además, tiene una relación íntima con los monstruos.

El Frankenstein de Guillermo del Toro
La película de Frankenstein de Del Toro sumó a Oscar Isaac como el doctor Victor Frankenstein, cuya obsesión con descubrir el principio de la vida, encuentra el “secreto” para infundir vida en materia muerta. Como resultado, crea un monstruo que lo lleva a la ruina y a un sinfín de tragedias.
El monstruo de esta película lo interpreta Jacob Elordi junto a un elenco que suma a Mia Goth, Felix Kammerer, Charles Dance, Ralph Ineson y Christoph Waltz. Frankenstein se estrenará a finales de este 2025, específicamente en noviembre.
Nos entusiasma mucho porque todos los nombres involucrados en esta producción son increíbles, empezando por el de Guillermo del Toro. Sin embargo, también nos emociona porque abre un montón de conversaciones alrededor de la vida de Mary Shelley. Y aquí les vamos a contar una que ha circulado como una leyenda… rarísima.
Mary Shelley, hija de una feminista
Mary Godwin nació el 30 de agosto de 1797. Su padre fue el filósofo William Godwin y su madre la escritora Mary Wollstonecraft, conocida por el libro The Vindication of the Rights of Woman, uno de los primeros textos en inglés precursores de la igualdad de género.
Wollstonecraft lo escribió en respuesta a un panfleto francés que decía que los hombres debían recibir educación pública mientras las mujeres asumían una educación doméstica. Para la escritora, las mujeres se definían como inferiores porque no recibían la misma educación, algo contraproducente si se pensaba en la importancia de las mismas como compañeras de los hombres.
El texto fue todo un escándalo al momento de su publicación en 1792, provocando reacciones por parte de políticos sumadas a la ya “cuestionable” vida de Wollstonecraft como madre soltera de una niña llamada Fanny Imlay, producto de una caótica relación con un comerciante estadounidense.

Años después conoció a William Godwin. El filósofo se enamoró de ella a través de unas cartas publicadas sobre una triste estadía en los países nórdicos (mientras aún era pareja de Imlay). Ambos tenían ideas radicales para la época, y Godwin, no muy creyente del matrimonio, aceptó a la hija ilegítima de Wollstonecraft.
Se casaron tras quedar embarazada de su primer hijo juntos. Para agosto de 1797, como les contamos, dio a luz a Mary, y con su nacimiento, irónicamente, también llegó la primera de muchas muertes. Mary Wollstonecraft murió una semana después como víctima de septicemia.
Fue enterrada en el cementerio de St. Pancras Old Church, ubicado en el distrito de Camden en Londres. De acuerdo con algunos expertos, Godwin llevaba a su hija Mary a ver la tumba, señalando cada una de las letras del nombre que compartían. Y así, dicen, aprendió a leer.

El amor de Mary declarado en el cementerio
Entre el círculo de amistades de William Godwin se encontraban nombres como el de Samuel Coleridge y el de un joven poeta llamado Percy Shelley, quien admiraba tanto al filósofo, que incluso asumió algunas de sus deudas. Entre visitas a la cosa, Percy de 21 años conoció y se enamoró de Mary, de 16.
La cosa es que Percy estaba casado y esperando un bebé de su esposa. Pero eso no impidió que comenzara un romance con Mary. Se veían a escondidas, solapados por Claire. Se citaban en el mismo cementerio en el que su madre descansaba.
Dicen que ahí consumaron su amor un 28 de julio de 1814. Las malas lenguas comenzaron a decir que Mary estaba embarazada. Tras el escándalo, vieron como única solución huir de Inglaterra. Empacaron sus cosas y se fugaron junto a Claire Clairmont, la hermanastra de Shelley.
La muerte volvió a aparecerse en la vida de Mary, y no la soltó por un buen rato. Primero, perdió a su bebé. En 1816, su media hermana Fanny se suicidó; misma suerte que Harriet, la esposa de Percy Shelley. Ambas con un par de meses de diferencia.
Claire, los Shelley y Lord Byron
Con la muerte de Harriet, Mary y Percy se casaron ese mismo año. Las buenas noticias llegaron con el nacimiento de su hijo William, y poco tiempo después con la llegada de Claire. Sin embargo, la tristeza por la pérdida de su primer bebé persiguió a la autora por años, y en los esfuerzos por intentar mitigar la tristeza, Percy la llevó de viaje a Suiza.
Ahí, un conocido de su hermanastra Claire, llamado Lord Byron, pasaba el verano en la Villa Diodati. En realidad era su amante, y este la había rechazado. Por lo que en un acto desesperado, le pidió a Mary y Percy que fueran tras él. El resultado fue una estadía durante el verano en la fabulosa mansión de Byron.
Este es un tremendo chisme. Pero en 1817, nació Alba, hija de Claire y Byron. La historia se pone bastante turbia porque Lord Byron le cambió el nombre y le puso Allegra, y además, le impidió a Claire verla. Incluso, se sabe que el escritor cuestionaba que la niña fuera suya. Por lo que tomó la decisión de enviarla a un convento católico en donde murió a los 5 años.
Otros chismes decían que Claire tuvo un amorío con Percy Shelley, pero esto choca con el rechazo que la misma Claire hizo del “amor libre” en unas memorias escritas a sus 70 años y que se mantuvieron perdidas hasta 2010.

El nacimiento de Frankenstein
Shelley, Claire, Lord Byron y otros invitados como John William Polidori, se quedaron en la Villa Diodati durante el verano esperando que el clima fuera clemente. Pero resultó lo contrario, y las fuertes lluvias los obligaron a permanecer en la casa por días enteros.
Para pasar el rato, Byron sugirió que todos escribieran un relato de terror. Mary Shelley no sabía que escribir, pero la claridad (como contradicción) llegó en una pesadilla en la que vio a un creador violar las leyes de Dios otorgándole vida a algo que estaba muerto. Y así, nació el primer borrador de Frankenstein o el moderno Prometeo.
La novela se publicó hasta 1818. Pero una vez más, la muerte se asomó en su vida. Ese mismo año, mientras se encontraba de viaje, su hijo William cayó enfermo y murió. Un año después, su hija Claire perdió la vida.

La muerte de Percy Shelley y el corazón calcificado
En 1819, Mary dio a luz a su cuarto hijo llamado Percy Florence, el único que les sobrevivió porque en 1822, tendría un aborto. A estas alturas ya no sabemos cuántas veces hemos hablado de muerte, pero hay una más en la vida de Mary Shelley.
En 1822, Percy naufragó en el mar italiano. Mary esperaba su llegada en San Terenzo junto a Jane Williams, esposa de Edward, amigo y acompañante de Percy durante la tormenta. Esto nada más como chisme (ya vieron que nos encanta), se dice que los poemas de Percy por aquel entonces fueron dedicados a Jane.

El cuerpo de Percy apareció una semana después en la playa de Viareggio. Los relatos cuentan que decidieron cremarlo ahí mismo, con vino. El cuerpo del poeta quedó hecho sopa, todo menos el corazón.
¿La razón? Hay una teoría que dice que Percy había desarrollado una enfermedad quizá valvular, quizá renal, quizá pulmonar que habría calcificado su corazón.
La cosa es que alguien tomó el órgano, lo guardó y se lo entregó a Mary. La escritora lo guardó en una manta de seda hasta su muerte en 1851. Encontraron el corazón de Percy envuelto en hojas de distintos poemas. Unos dicen que eran poemas de su esposo, otros que eran de John Keats.
Faltan un montón de detalles muy intensos y a veces dolorosos en la vida de Mary Shelley. Pero también hay otros aspectos que son muy interesantes como su relación con la pareja conformada por Isabel Robinson y Mary Diana Dods / Walter Sholto Douglas. Pronto estaremos hablando más de la autora y el recorrido que realizó con Frankenstein.